En el relato de los evangelios, específicamente en los evangelios sinópticos de Mateo, Marcos y Lucas, se encuentra un episodio significativo conocido como el envío de los doce. Este evento es crucial para entender el ministerio de Jesús y la forma en que preparó a sus discípulos para continuar su obra después de su partida. En este contexto, Jesús decide enviar a sus doce discípulos, a quienes había elegido específicamente para esta tarea, para que prediquen el Reino de Dios y realicen obras de compasión y sanación.
Preparación y propósito
Antes de enviar a los discípulos, Jesús les dio instrucciones detalladas sobre cómo debían proceder. Les indicó que debían ir a las ovejas perdidas de la casa de Israel, predicando que el Reino de los Cielos está cerca. También les dio autoridad para sanar a los enfermos, resucitar a los muertos, limpiar a los leprosos y expulsar a los demonios. Esta misión era una oportunidad para que los discípulos pusieran en práctica lo que habían aprendido de Jesús y demostraran su fe y obediencia.
Instrucciones y advertencias
Al enviar a los discípulos, Jesús les dio varias instrucciones y advertencias importantes. Les dijo que debían:
- No llevar oro, plata ni cobre en sus cinturones, lo que significaba que debían confiar en la providencia de Dios para su sustento.
- No llevar ninguna bolsa para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón, lo que destaca la importancia de la simplicidad y la confianza en Dios.
- Saludar a nadie en el camino, lo que sugiere la urgencia de su misión y la necesidad de mantener el enfoque en su tarea.
- Si alguien no los recibía, sacudir el polvo de sus pies como testimonio en contra de esa ciudad, lo que indicaba el rechazo a aquellos que no estaban dispuestos a escuchar el mensaje del Reino.
Respuesta y resultado
Los discípulos salieron y predicaron que la gente se arrepintiera. También expulsaron a muchos demonios y ungieron con aceite a muchos enfermos y los curaron. La respuesta a su ministerio fue variada; algunos recibieron el mensaje con gozo, mientras que otros lo rechazaron. Sin embargo, los discípulos regresaron a Jesús y le contaron todas las cosas que habían hecho y enseñado. Este retorno y el informe de sus experiencias marcaron un momento importante en su crecimiento espiritual y en su preparación para el ministerio que continuarían después de la ascensión de Jesús.
Lecciones aprendidas
A partir del envío de los doce, se pueden extraer varias lecciones importantes. Entre ellas se incluyen:
- La importancia de la fe y la obediencia: Los discípulos demostraron su fe y obediencia al seguir las instrucciones de Jesús, a pesar de los desafíos y el riesgo de rechazo.
- La confianza en la providencia de Dios: Al no llevar provisiones ni depender de sus propios recursos, los discípulos tuvieron que confiar en que Dios proveería para sus necesidades.
- La simplicidad y la humildad: La instrucción de no llevar nada más que lo esencial y de no buscar el reconocimiento en el camino enfatiza la importancia de vivir de manera sencilla y humilde.
Conclusión
El envío de los doce discípulos es un relato bíblico rico en enseñanzas espirituales y prácticas. A través de este evento, Jesús les enseñó a sus discípulos valiosas lecciones sobre la fe, la obediencia, la confianza en Dios y la importancia de la simplicidad y la humildad. Estas lecciones siguen siendo relevantes hoy en día para aquellos que buscan seguir los pasos de Jesús y cumplir con la Gran Comisión de hacer discípulos de todas las naciones. Al reflexionar sobre este episodio, podemos ser inspirados a vivir vidas más comprometidas con el servicio, la misión y el testimonio de la fe en nuestro mundo contemporáneo.