En el libro de Mateo, capítulo 25, versículos 31-46, se describe un escenario apocalíptico en el que Jesús regresa a la tierra para juzgar a las naciones. Este pasaje es conocido como el «juicio de las naciones» y presenta una visión impactante de lo que ocurrirá al final de los tiempos. En este juicio, Jesús se sentará en su trono y separará a las ovejas de los cabritos, es decir, a los justos de los injustos.
Preparación para el juicio
Antes de que llegue el día del juicio, es importante que comprendamos lo que se requiere para ser considerados justos. Según Mateo 25, los justos son aquellos que han demostrado compasión y misericordia hacia los necesitados. Esto incluye a aquellos que han dado de comer a los hambrientos, han dado de beber a los sedientos, han brindado alojamiento a los extranjeros, han vestido a los desnudos y han visitado a los enfermos y a los presos. Estas acciones no son solamente buenas obras, sino que también reflejan la verdadera naturaleza de aquellos que aman y siguen a Jesús.
Criterios de evaluación
En el juicio de las naciones, Jesús evaluará a cada persona según sus acciones y sus intenciones. A continuación, se presentan algunos de los criterios que se considerarán:
- Amor y compasión hacia los necesitados: como se mencionó anteriormente, demostrar amor y compasión hacia aquellos que lo necesitan es fundamental para ser considerado justo.
- Discernimiento y sabiduría: aquellos que han demostrado ser sabios y discernidores en su toma de decisiones y en su forma de vivir serán recompensados.
- Humildad y arrepentimiento: la humildad y el arrepentimiento son esenciales para recibir la gracia y el perdón de Dios.
- Fidelidad y perseverancia: aquellos que han perseverado en su fe y han sido fieles a Jesús, a pesar de las dificultades y las persecuciones, serán recompensados.
Consecuencias del juicio
En el juicio de las naciones, las consecuencias para los justos y los injustos serán drásticamente diferentes. A los justos se les dará la bienvenida al Reino de los Cielos, donde disfrutarán de la presencia de Dios y de la felicidad eterna. Por otro lado, los injustos serán condenados a la oscuridad exterior, donde sufrirán la separación de Dios y la condenación eterna.
Preparación para el futuro
En vista de lo que se describe en el juicio de las naciones, es importante que nos preparemos para el futuro. A continuación, se presentan algunas acciones que podemos tomar:
- Buscar una relación personal con Jesús: es fundamental que busquemos una relación personal con Jesús y que nos esforzamos por seguir sus enseñanzas.
- Demostrar amor y compasión hacia los necesitados: debemos buscar oportunidades para demostrar amor y compasión hacia aquellos que lo necesitan.
- Vivir una vida de sabiduría y discernimiento: debemos esforzarnos por vivir una vida de sabiduría y discernimiento, tomando decisiones que reflejen la voluntad de Dios.
- Perseverar en la fe: debemos perseverar en nuestra fe, a pesar de las dificultades y las persecuciones, y confiar en que Dios nos dará la fuerza y la victoria.
En conclusión, el juicio de las naciones es un recordatorio poderoso de la importancia de vivir una vida justa y compasiva. Al prepararnos para el futuro y seguir las enseñanzas de Jesús, podemos asegurarnos de que estaremos entre los justos en el día del juicio. Es importante que nos esforzemos por demostrar amor y compasión hacia los necesitados, y que vivamos una vida de sabiduría y discernimiento. Al hacerlo, podemos reflejar la verdadera naturaleza de Jesús y asegurarnos de que estaremos en el Reino de los Cielos para siempre.
