La Iglesia de Cristo ha sido llamada a cumplir con una gran tarea, que es la de llevar el mensaje del Evangelio a todas las naciones. Esta tarea se conoce como la Gran Comisión, y se encuentra registrada en los Evangelios de Mateo y Marcos. En Mateo 28:18-20, Jesús dice a sus discípulos: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, entonces, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado. Y yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin de los siglos».
La Gran Comisión en Mateo y Marcos
En Marcos 16:15-16, Jesús también da la Gran Comisión a sus discípulos, diciendo: «Vayan por todo el mundo y prediquen las buenas nuevas a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado». Ambas versiones de la Gran Comisión destacan la importancia de llevar el mensaje del Evangelio a todas las personas y naciones, y de hacer discípulos de todas las naciones.
Elementos clave de la Gran Comisión
Algunos de los elementos clave de la Gran Comisión incluyen:
- La autoridad de Jesús: Jesús tiene todo poder en el cielo y en la tierra, y nos ha dado la tarea de llevar el Evangelio a todas las naciones.
- La tarea de hacer discípulos: La Gran Comisión nos llama a hacer discípulos de todas las naciones, lo que implica enseñarles a seguir a Jesús y a cumplir con sus enseñanzas.
- El bautismo: El bautismo es un símbolo importante de la fe cristiana, y es un paso necesario para aquellos que desean seguir a Jesús.
- La enseñanza: La Gran Comisión nos llama a enseñar a los discípulos a guardar todo lo que Jesús ha mandado, lo que implica enseñarles a seguir sus enseñanzas y a vivir de acuerdo con ellas.
Desafíos y oportunidades en la Gran Comisión
La Gran Comisión es una tarea desafiante, pero también llena de oportunidades. Algunos de los desafíos que enfrentamos al cumplir con la Gran Comisión incluyen:
- La oposición y el rechazo: Muchas personas y culturas pueden oponerse al mensaje del Evangelio, lo que puede hacer que sea difícil compartirlo con ellos.
- La falta de recursos: Algunas iglesias y ministerios pueden carecer de los recursos necesarios para llevar el Evangelio a todas las naciones.
- La falta de personal: La Gran Comisión requiere de personas dedicadas y capacitadas para llevar el Evangelio a todas las naciones.
Pero a pesar de estos desafíos, la Gran Comisión también nos brinda muchas oportunidades para compartir el amor y la gracia de Dios con personas de todas las naciones y culturas.
Conclusión
La Gran Comisión es una tarea importante y desafiante que la Iglesia de Cristo ha sido llamada a cumplir. Al llevar el mensaje del Evangelio a todas las naciones, podemos ayudar a personas de todas partes del mundo a conocer a Jesús y a seguirle. Es importante que recordemos que Jesús está con nosotros siempre, hasta el fin de los siglos, y que nos ha dado la autoridad y el poder para cumplir con esta tarea. Al trabajar juntos y con la guía del Espíritu Santo, podemos cumplir con la Gran Comisión y llevar el Evangelio a todas las naciones.