En el libro de Números, capítulo 27, se presenta una historia fascinante sobre las hijas de Zelofehad, un personaje bíblico que no tenía hijos varones. Esta historia es importante porque muestra cómo la ley de Dios se adapta a las necesidades de las personas y cómo se resuelven los problemas de herencia en una sociedad patriarcal. Zelofehad era un hombre de la tribu de Manasés, y al no tener hijos varones, sus hijas se acercaron a Moisés y a los líderes de Israel para pedir una parte de la herencia de su padre.
El contexto histórico
En la época en que se desarrolla la historia, la sociedad israelita era fundamentalmente patriarcal, lo que significa que la herencia y la propiedad se transmitían de padres a hijos varones. Las mujeres no tenían derechos de herencia, ya que se consideraba que pasarían a formar parte de la familia de sus maridos después del casamiento. Sin embargo, en el caso de Zelofehad, la ausencia de hijos varones planteó un problema, ya que sus hijas no tenían hermanos que pudieran heredar la propiedad de su padre.
La petición de las hijas de Zelofehad
Las hijas de Zelofehad, que se llamaban Mahala, Noa, Hogla, Milca y Tirza, se acercaron a Moisés y a los líderes de Israel para presentar su petición. Argumentaron que, aunque su padre había fallecido sin dejar hijos varones, ellas deberían tener derecho a heredar su propiedad. Esta petición era inusual en la sociedad de la época, ya que las mujeres no eran consideradas herederas legítimas. Las hijas de Zelofehad presentaron su caso de la siguiente manera:
- Señalaron que su padre había fallecido sin dejar hijos varones, lo que significaba que su linaje se extinguiría si no se les permitía heredar.
- Argumentaron que la ley de Dios debería ser justa y equitativa, y que ellas deberían tener derecho a heredar la propiedad de su padre.
- Pidieron a Moisés y a los líderes de Israel que consideraran su caso y tomaran una decisión justa.
La respuesta de Moisés y los líderes de Israel
Moisés y los líderes de Israel se reunieron para considerar la petición de las hijas de Zelofehad. Después de consultar con Dios, decidieron que las hijas de Zelofehad tenían razón y que deberían tener derecho a heredar la propiedad de su padre. Esta decisión se basó en la justicia y la equidad, y se consideró que era la voluntad de Dios. La respuesta de Moisés y los líderes de Israel se puede resumir de la siguiente manera:
- Reconocieron que la ley de Dios debería ser justa y equitativa, y que las hijas de Zelofehad tenían derecho a heredar la propiedad de su padre.
- Establecieron un precedente para futuros casos similares, en los que las hijas podrían heredar la propiedad de sus padres si no había hijos varones.
- Señalaron que la herencia de las hijas de Zelofehad se condicionaba a que se casaran dentro de su tribu, para evitar que la propiedad pasara a otra tribu.
Conclusión
La historia de las hijas de Zelofehad es un ejemplo de cómo la ley de Dios se adapta a las necesidades de las personas y cómo se resuelven los problemas de herencia en una sociedad patriarcal. La petición de las hijas de Zelofehad y la respuesta de Moisés y los líderes de Israel muestran que la justicia y la equidad son fundamentales en la aplicación de la ley. Esta historia también destaca la importancia de considerar las necesidades y los derechos de las mujeres en la sociedad, y de encontrar soluciones justas y equitativas para los problemas que se presentan.