En el Evangelio de Lucas, capítulo 14, versículos 25-33, se encuentra una de las enseñanzas más profundas y desafiantes de Jesús sobre el costo del discipulado. En este pasaje, Jesús establece claramente que seguirle no es una decisión ligera, sino que requiere una renuncia total a uno mismo y a sus propias ambiciones. Esto se debe a que el discipulado no es solo una cuestión de creer en Jesús, sino de seguir sus enseñanzas y vivir de acuerdo con ellas, lo que puede implicar sacrificios y desafíos significativos.
La llamada al discipulado
Jesús llama a las personas a seguirle, pero no les pide que simplemente lo acompañen en su viaje, sino que les pide que dejen todo atrás y lo sigan sin mirar hacia atrás. Esto se refleja en la parábola del constructor de una torre, quien debe calcular el costo antes de comenzar a construir, y en la parábola del rey que va a la guerra, quien debe considerar si tiene suficientes soldados para ganar la batalla. De manera similar, Jesús dice que aquellos que quieren seguirle deben considerar el costo y estar dispuestos a pagar el precio.
El costo del discipulado
El costo del discipulado es alto, y Jesús lo establece claramente en varios pasajes del Evangelio de Lucas. Algunos de los costos del discipulado incluyen:
- Renuncia a las posesiones y las riquezas materiales (Lucas 12:33, 18:22)
- Renuncia a la familia y los amigos (Lucas 14:26, 18:29-30)
- Renuncia a la propia vida y a las propias ambiciones (Lucas 9:23-24, 14:27)
- Aceptación de la persecución y el sufrimiento (Lucas 6:22-23, 11:49-50)
- Compromiso de vivir de acuerdo con las enseñanzas de Jesús (Lucas 6:46-49, 8:21)
La recompensa del discipulado
Aunque el costo del discipulado es alto, la recompensa es aún mayor. Jesús promete que aquellos que lo sigan recibirán:
- La vida eterna (Lucas 18:30, 20:35-36)
- La felicidad y la plenitud (Lucas 11:28, 12:32)
- La paz y la tranquilidad (Lucas 12:22-23, 21:14)
- La comunión con Dios y con los demás creyentes (Lucas 10:20, 22:29-30)
- La oportunidad de servir a los demás y de hacer una diferencia en el mundo (Lucas 9:1-5, 10:1-12)
La decisión del discipulado
Al final, la decisión de seguir a Jesús es una decisión personal que cada individuo debe tomar por sí mismo. No se puede obligar a alguien a seguir a Jesús, ni se puede hacer que alguien crea en Él. La fe es un regalo de Dios, y la decisión de seguir a Jesús es una respuesta a ese regalo. Sin embargo, Jesús llama a las personas a considerar el costo del discipulado y a estar dispuestas a pagar el precio. Si se está dispuesto a hacerlo, se puede experimentar la alegría y la plenitud de seguir a Jesús y de vivir de acuerdo con sus enseñanzas.
En conclusión, el costo del discipulado es alto, pero la recompensa es aún mayor. Jesús llama a las personas a seguirle, pero no les pide que simplemente lo acompañen en su viaje, sino que les pide que dejen todo atrás y lo sigan sin mirar hacia atrás. La decisión de seguir a Jesús es una decisión personal que cada individuo debe tomar por sí mismo, pero si se está dispuesto a hacerlo, se puede experimentar la alegría y la plenitud de seguir a Jesús y de vivir de acuerdo con sus enseñanzas.