El llamado de Abraham – Génesis

El llamado de Abraham – Génesis

El Origen de la Fe

La historia de Abraham es uno de los relatos más significativos en la Biblia, y su llamado es considerado un punto de inflexión en la relación entre Dios y la humanidad. Según el libro de Génesis, Abraham fue un hombre que vivió en Ur, en el sur de Mesopotamia, alrededor del siglo XVIII a.C. Era un pagano que adoraba a los dioses de su época, pero Dios lo eligió para ser el padre de una nueva nación, la nación hebrea. La llamada de Abraham es un ejemplo de cómo Dios puede intervenir en la vida de las personas y cambiar su curso de manera radical.

La Llamada de Dios

La llamada de Abraham se describe en Génesis 12:1-3, donde se lee: «Yahvé dijo a Abram: ‘Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti una nación grande y te bendeciré; engrandeceré tu nombre y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; y en ti serán bendecidas todas las familias de la tierra'». Esta llamada es significativa porque Abraham no sabía a qué se estaba comprometiendo, pero estaba dispuesto a obedecer a Dios sin saber qué lo esperaba. La llamada de Dios incluía varias promesas, como:

  • Haría de Abraham una nación grande
  • Lo bendeciría
  • Engrandecería su nombre
  • Bendeciría a los que lo bendijeran y maldeciría a los que lo maldijeran
  • En él serían bendecidas todas las familias de la tierra

La Obediencia de Abraham

La respuesta de Abraham a la llamada de Dios es un ejemplo de obediencia y fe. A pesar de no saber a qué se estaba comprometiendo, Abraham se fue de su tierra, de su patria y de la casa de su padre, hacia la tierra que Dios le mostraría. La obediencia de Abraham se describe en Génesis 12:4, donde se lee: «Y Abram se fue como Yahvé le había dicho». La obediencia de Abraham es significativa porque muestra que estaba dispuesto a confiar en Dios y seguir sus instrucciones sin saber qué lo esperaba. La obediencia de Abraham incluyó:

  • Dejar su tierra y su patria
  • Dejar la casa de su padre
  • Seguir a Dios hacia una tierra desconocida
  • Confíar en las promesas de Dios

Las Promesas de Dios

Las promesas de Dios a Abraham son fundamentales para entender la relación entre Dios y la humanidad. Las promesas de Dios incluyeron la creación de una nación grande, la bendición de Abraham y la bendición de todas las familias de la tierra. Estas promesas se cumplieron en la historia de Israel y siguen siendo relevantes hoy en día. Las promesas de Dios a Abraham incluyeron:

  • La creación de una nación grande
  • La bendición de Abraham
  • La bendición de todas las familias de la tierra
  • La protección y el cuidado de Abraham y su descendencia

La Importancia de la Llamada de Abraham

La llamada de Abraham es importante porque muestra cómo Dios puede intervenir en la vida de las personas y cambiar su curso de manera radical. La llamada de Abraham también muestra la importancia de la obediencia y la fe en la relación entre Dios y la humanidad. La historia de Abraham es un ejemplo de cómo Dios puede utilizar a personas comunes y corrientes para realizar grandes cosas. La llamada de Abraham también muestra que la fe y la obediencia son fundamentales para experimentar la bendición y la protección de Dios.

Conclusión

La llamada de Abraham es un ejemplo significativo de cómo Dios puede intervenir en la vida de las personas y cambiar su curso de manera radical. La obediencia y la fe de Abraham son un modelo para nós, y las promesas de Dios a Abraham siguen siendo relevantes hoy en día. La historia de Abraham nos enseña que la fe y la obediencia son fundamentales para experimentar la bendición y la protección de Dios. También nos enseña que Dios puede utilizar a personas comunes y corrientes para realizar grandes cosas, si estamos dispuestos a confiar en Él y seguir sus instrucciones. La llamada de Abraham es un recordatorio de que Dios es un Dios que se preocupa por nosotros y que quiere bendecirnos y protegernos, si estamos dispuestos a obedecerle y confiar en Él.

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