En el libro de Hechos, capítulo 6, se describe el ministerio de Esteban, uno de los siete diáconos elegidos por la iglesia primitiva en Jerusalén. Esteban es presentado como un hombre lleno del Espíritu Santo y de sabiduría, que fue designado para servir a las viudas y a los necesitados dentro de la comunidad cristiana. Sin embargo, su ministerio no se limitó solo a la atención de las necesidades materiales, sino que también se caracterizó por una profunda dedicación a la predicación del Evangelio y a la defensa de la fe cristiana.
El llamado y la preparación de Esteban
Antes de ser elegido como diácono, Esteban ya era un creyente comprometido y que había demostrado su fe y su amor por la comunidad. La Biblia describe que Esteban era «lleno de fe y del Espíritu Santo» (Hechos 6:5), lo que indica que ya había experimentado una profunda transformación espiritual y estaba listo para servir a los demás. La elección de Esteban como diácono se debió a su reputación como un hombre de gran fe y sabiduría, y a su capacidad para servir y atender a las necesidades de la comunidad.
El ministerio de Esteban
El ministerio de Esteban se puede resumir en los siguientes puntos:
- Predicación del Evangelio: Esteban se dedicó a predicar el Evangelio a todos los que estaban dispuestos a escuchar, incluyendo a los judíos y a los gentiles. Utilizó su conocimiento de las Escrituras y su comprensión de la naturaleza de Dios para explicar la buena noticia de la salvación a través de Jesucristo.
- Defensa de la fe: Esteban también se destacó por su valiente defensa de la fe cristiana ante los opositores y los incrédulos. En su discurso final, registrado en Hechos 7, Esteban presentó una poderosa defensa de la fe cristiana, argumentando que Jesucristo es el Mesías prometido y que la Iglesia es el nuevo pacto de Dios con la humanidad.
- Servicio a los necesitados: Aunque la predicación y la defensa de la fe fueron aspectos importantes de su ministerio, Esteban no olvidó su responsabilidad de servir a los necesitados. Se dice que Esteban «hacía grandes señales y milagros entre el pueblo» (Hechos 6:8), lo que sugiere que también tenía un ministerio de sanidad y providencia.
El martirio de Esteban
El ministerio de Esteban terminó de manera trágica cuando fue apedreado por una multitud de judíos enfurecidos en Jerusalén. Según Hechos 7:54-60, Esteban pronunció un discurso poderoso en el que acusó a los judíos de rechazar al Mesías y a la fe cristiana, lo que provocó la ira de la multitud. Aunque Esteban murió como mártir, su testimonio y su ministerio tuvieron un impacto profundo en la iglesia primitiva y en la expansión del cristianismo.
Legado de Esteban
El legado de Esteban se puede ver en varios aspectos:
- Modelo de liderazgo: Esteban es un ejemplo de liderazgo cristiano que combina la predicación del Evangelio con el servicio a los necesitados. Demostró que un líder cristiano debe ser capaz de equipar y edificar a la iglesia, así como servir y atender a las necesidades de los demás.
- Defensor de la fe: Esteban se convirtió en un defensor valiente de la fe cristiana, incluso frente a la oposición y la persecución. Su ejemplo anima a los creyentes a defender su fe con valentía y convicción.
- Influencia en la iglesia primitiva: El ministerio y el martirio de Esteban tuvieron un impacto significativo en la iglesia primitiva, contribuyendo a la expansión del cristianismo en Jerusalén y más allá. La iglesia primitiva aprendió a valorar el servicio, la predicación y la defensa de la fe, y a considerar el martirio como un testimonio supremo de la fe en Jesucristo.
En conclusión, el ministerio de Esteban es un ejemplo poderoso de cómo un creyente puede servir a Dios y a los demás con fe, sabiduría y valentía. A través de su predicación, defensa de la fe y servicio a los necesitados, Esteban demostró que un cristiano puede hacer una diferencia significativa en el mundo y dejar un legado duradero en la iglesia y en la sociedad.