En el libro de los Hechos de los Apóstoles, encontramos una narrativa fascinante sobre la expansión del cristianismo en la región de Samaria. Esta historia se centra en la figura de Felipe, uno de los siete diáconos elegidos por la iglesia primitiva en Jerusalén para servir a las viudas y a los necesitados. Sin embargo, la misión de Felipe iba más allá de las tareas administrativas y de servicio, ya que también estaba llamado a ser un evangelista, es decir, alguien que anuncia las buenas noticias del Evangelio de Jesucristo.
El contexto de la misión de Felipe en Samaria
La misión de Felipe en Samaria se desarrolla en un contexto de persecución y dispersión de los creyentes en Jesucristo. Después de la lapidación de Esteban, uno de los diáconos, la iglesia en Jerusalén se vio obligada a dispersarse. Muchos de los creyentes se refugiaron en diferentes regiones, llevando consigo el mensaje de salvación. Felipe, al ser uno de los elegidos para servir, se convirtió en un instrumento clave en la expansión del cristianismo más allá de los límites de Jerusalén.
La predicación de Felipe en Samaria
Cuando Felipe llegó a Samaria, comenzó a predicar sobre Jesucristo. Su mensaje no se limitó a la doctrina, sino que también incluyó la realización de milagros y señales, lo que atrajo a una gran multitud. La gente de Samaria, que había sido oprimida por el falso profeta Simón, encontró en Felipe una figura auténtica que les traía libertad y salvación. La predicación de Felipe estaba acompañada de:
- La unción del Espíritu Santo: Felipe invitó a los samaritanos a recibir el bautismo en el nombre de Jesucristo, y como resultado, muchos recibieron el Espíritu Santo.
- La liberación de los oprimidos: Felipe también realizó milagros, como la expulsión de espíritus inmundos y la sanidad de paralíticos y cojos, lo que demostró el poder de Dios sobre todas las cosas.
- La unión de los creyentes: La predicación de Felipe llevó a una gran reunión de creyentes en Samaria, donde todos se unieron en la adoración y el servicio a Dios.
El encuentro de Felipe con el eunuco etíope
Una de las historias más interesantes y significativas en el contexto de la misión de Felipe es su encuentro con el eunuco etíope. Este eunuco, que era un funcionario importante en la corte de la reina de Etiopía, se encontraba de regreso a su país después de haber ido a adorar en Jerusalén. Mientras viajaba, el eunuco estaba leyendo un pasaje del profeta Isaías, y Felipe, guiado por el Espíritu Santo, se acercó a él y le preguntó si entendía lo que estaba leyendo. El eunuco le pidió a Felipe que se subiera al carro y le explicara el pasaje, lo que Felipe hizo, explicando cómo el profeta Isaías había hablado de Jesucristo.
- La explicación de Felipe: Felipe explicó que el pasaje del profeta Isaías se refería a Jesucristo, quien fue humillado y sufrió, pero que también fue exaltado y glorificado por Dios.
- El bautismo del eunuco: Después de escuchar la explicación de Felipe, el eunuco pidió ser bautizado, y Felipe lo bautizó en un agua que encontraron en el camino.
- La continuación del viaje: Después del bautismo, el eunuco continuó su viaje, lleno de gozo, y Felipe se dirigió a otras regiones para predicar el Evangelio.
Conclusión
La historia de Felipe en Samaria nos muestra cómo el Espíritu Santo puede usar a cualquier persona para cumplir con la Gran Comisión de Jesucristo. La predicación de Felipe en Samaria y su encuentro con el eunuco etíope son ejemplos de cómo el Evangelio puede trascender culturas y fronteras, llevando salvación y liberación a todas las naciones. La misión de Felipe nos recuerda que, como creyentes, tenemos la responsabilidad de compartir el mensaje de Jesucristo con aquellos que nos rodean, y que el Espíritu Santo está con nosotros, guiándonos y empowerándonos para cumplir con esta tarea.