Moisés huye a Madián – Éxodo

Moisés huye a Madián – Éxodo

Después de matar al egipcio que golpeaba a un hebreo, Moisés huyó de Egipto hacia la tierra de Madián, ya que Faraón había ordenado su muerte. Llegó a un pozo donde encontró a las hijas de Jetro, un sacerdote de Madián, que estaban dando de beber a sus ovejas. Moisés ayudó a las hijas de Jetro a ahuyentar a los pastores que les impedían acceder al pozo y dar de beber a sus ovejas, y luego les dio de beber a ellas. Las hijas de Jetro regresaron a casa de su padre y le contaron lo que había sucedido, y Jetro invitó a Moisés a su casa.

La vida de Moisés en Madián

Moisés se quedó a vivir con Jetro y se casó con una de sus hijas, Séfora. Jetro le dio a Moisés la responsabilidad de cuidar sus ovejas, y Moisés se convirtió en un pastor avezado. Durante este tiempo, Moisés también tuvo un hijo con Séfora, a quien llamó Gersón. La vida en Madián fue un momento de tranquilidad y paz para Moisés después de la tumultuosa situación en Egipto.

Las lecciones aprendidas por Moisés en Madián

Durante su estancia en Madián, Moisés aprendió varias lecciones valiosas que más tarde se reflejarían en su liderazgo y ministerio. Algunas de estas lecciones incluyen:

  • La importancia de la hospitalidad: Moisés fue recibido con amabilidad y generosidad por Jetro y su familia, lo que le enseñó la importancia de tratar a los demás con respeto y amabilidad.
  • La responsabilidad y el trabajo duro: Como pastor de las ovejas de Jetro, Moisés aprendió la importancia del trabajo duro y la responsabilidad en el cuidado de los demás.
  • La fe y la confianza en Dios: Aunque Moisés había huido de Egipto, aún tenía fe en que Dios lo había llamado para una misión especial, y se preparó para el llamado que más tarde recibiría en la zarza ardiente.

La zarza ardiente y el llamado de Dios

Un día, mientras Moisés estaba pastoreando las ovejas de Jetro en el desierto, vio una zarza que ardía con fuego pero no se consumía. Moisés se acercó a la zarza y escuchó la voz de Dios, que le llamaba por su nombre y le encomendaba la misión de regresar a Egipto para liberar a los israelitas de la esclavitud. Dios le prometió que estaría con él en cada paso del camino y que lo capacitaría para cumplir con la tarea encomendada.

El regreso a Egipto

Con la misión clara y la promesa de Dios de estar con él, Moisés regresó a Egipto, listo para enfrentar los desafíos que se presentaran. Aunque inicialmente se sintió inseguro y cuestionó su capacidad para hablar en nombre de Dios, finalmente aceptó el desafío y se dispuso a llevar a cabo la voluntad de Dios. El regreso de Moisés a Egipto marcó el comienzo de una serie de eventos que culminarían en la liberación de los israelitas y el establecimiento de una relación especial entre Dios y su pueblo.

Conclusión

La huida de Moisés a Madián y su vida allí fueron cruciales en su preparación para el liderazgo y el ministerio que más tarde desempeñaría. Las lecciones aprendidas durante su estancia en Madián, combinadas con el llamado de Dios en la zarza ardiente, lo equiparon para enfrentar los desafíos que se presentarían en su regreso a Egipto y en la liberación de los israelitas. La historia de Moisés en Madián nos recuerda la importancia de la fe, la confianza en Dios y la preparación para el llamado que cada uno de nosotros puede recibir.

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